Ella...

      Hoy es un día como cualquier otro, al menos para todos los demás, para ella es un día más de sufrimiento, de críticas y humillación, ella es tan insegura, aunque demuestre lo contrario, trata de hacerse la fuerte aunque es algo prácticamente imposible, ya no aguanta tantas burlas, tanto dolor.

    El día de hoy, un día más en el que no quería despertar, en el que desearía vivir otra vida y no la que le tocó, ella sueña con una vida como la de sus libros, algo muy distinto a su realidad, donde es una víctima más de la vida, ella ha tenido pensamientos suicidas pero le da miedo lo que pueda encontrar del otro lado, le teme a la muerte, pero también a la vida.

  Ella necesita ayuda pero aunque lo grite nadie la escucha, ha dejado de comer y nadie  lo nota, ven que esta más delgada y la felicitan, sin saber el porque de su perdida de peso, ha comenzado a recorrer su blanca piel con objetos filosos y observando el color rojo de la sangre, disfruta con el roce de la hojilla, prefiere el dolor físico al emocional.

  Ella solo quiere ser salvada, pero nadie quiere salvarla. Ella comienza con los antidepresivos, primero en pequeñas dosis, que van aumentando poco a poco, con el paso del tiempo deja de sentir dolor, deja de escuchar las burlas y críticas, solo para darle paso a las cicatrices, al cansancio y a un sueño profundo que la inunda hasta llevarla al paraíso que siempre soñó, donde ya no hay dolor ni humillación.